
Al levantarme
tu voz me despierta
y mis ojos se abren
a la vez que la puerta.
Durante el día
mi hermano te cansa,
Lavas y limpias,
y al volver del colegio
la comida me tienes
sin echarte la siesta.
En el parque yo juego
mientras el bebé trastea,
y tú agotas el tiempo
vigilando en silencio.
Ya cansados, de noche,
tú y nosotros
buscamos el sueño
dentro de la cama,
y aunque nos callemos,
no podemos dormirnos
sin decirte
¡Mamá te queremos!
A.P., 2ºC

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